Velar a verde es una instalación de Fabiola Menchelli que toma distancia de las convenciones del aparato fotográfico con el objetivo de expandir sus lenguajes y funciones. Las piezas —configuradas a partir de los dobleces del propio papel fotográfico— pierden su carácter “óptimo” e impecable para tomar un lugar tridimensional. Esta acción propone una ruptura con las hegemonías de la fotografía: incluye el error o la falla como herramienta de indagación en los intersticios de la imagen. La obra replica un mismo acto “el pliegue”, pero en su repetición ese gesto se resignifica y abre un espacio de negociación entre el soporte, el color, la luz y la arquitectura.
Entre suaves degradados aparece un telón enmarcado por la saturación del magenta, pigmento presente en las piezas gracias a su opuesto: un filtro verde. La exploración de los límites del rosa intenso toma un lugar impetuoso que se desborda del objeto artístico a la totalidad del sitio, y dirige la mirada del espectador hacia los blancos, a la falta de tiempo y contenido en la imagen. El blanco en las salas de exposición, refiere a aquella ausencia presente que privilegia y sostiene a la obra en cuestión. Esta tensión entre el pigmento, la espacialidad y la mirada, hace un guiño consciente a las acciones y prejuicios asociados a la feminidad, a lo que es valide como mujer artista. Menchelli subvierte la función del color magenta: a través de la acumulación y ocupación deja suspendida cualquier asociación previa. La artista nos conduce hacia ese “en medio” existente entre la obra y aquello que la rodea. Hay una pérdida de absolutos que permite ver la interioridad desde afuera o viceversa. La instalación se convierte en un espacio liminal, una antesala de lo que está por venir.
Laura Orozco