La exposición we are not what we have seen (no somos lo que hemos visto) de Fabiola Menchelli presenta –por primera vez en México– una serie de obras que expanden la corporalidad de lo fotográfico a través de una mirada feminista. Los fotogramas presentes trascienden la bidimensionalidad del medio absorbiendo lo escultórico. A partir de este desdoble se genera un espacio que favorece la producción de nuevas y paralelas narrativas históricas, procesuales y formales.
¿Cómo enunciarse desde el espacio oscuro o negativo? A través de la historia, la producción artística de las mujeres supone un habitar y hacer descentralizado, en estado constante de omisión o lucha. Y, tanto su producción como lectura, se suscitan a la mirada y bajo el legado patriarcal. En ese sentido, Fabiola Menchelli trabaja desde un espacio negativo, desde una fotografía subalterna, pero no por ello pierde, es más, gana. Sus piezas se pueden considerar como “obras menores”, en tanto significado radical del término. Es decir, sus obras intervienen en el lenguaje convencional de la fotografía para proponer uno contingente realizado a partir de la ceguera y el error, y a su vez se enuncian a partir de una voz subjetiva cuyo eco es político.
Los fotogramas fueron realizados sin la participación de la mirada, por medio de la memoria y el tacto en el cuarto oscuro. La artista dobla el papel fotográfico y lo expone a la luz bajo distintas temporalidades y filtros de colores. Dicho proceso se vuelve más complejo en relación al aumento del tamaño del papel fotográfico, ya que manipular dimensiones al límite del cuerpo y su coreografía en la oscuridad y con químicos supone un hacer plagado de luchas, errores y huellas visibles. Las piezas favorecen la experiencia ante la mirada y transgreden la convención de la práctica al dejar de lado la perfección y pureza de la imagen fotográfica final.
Las obras toman su lugar como cuerpo en el espacio a partir de los dobleces de las mismas, dejan la bidimensionalidad al proponerse como esculturas a muro que se constituyen a partir de su contenido interno y el despliegue de sus sombras al exterior de las mismas. La escultura tiende a ser un recordatorio ilusorio de aquello que se quiere presentar como eterno en las lógicas occidentales. Las fotografías escultóricas de Menchelli brindan una paradoja entre la delicadeza del papel fotosensible y el proceso de fijación de la imagen, con la estructura rígida de metal. Sus cuerpos reflejan sombras que enuncian una otra presencia que se desborda de las obras en una especie de teatro de sombras. Podríamos intuir que ese “otro” son las capas que se encuentran dentro de un solo cuerpo-foto-escultura. Debido al proceso de creación de las piezas, estas no aparecen bajo un horizonte identificable, todo lo contrario, pierden su orientación lineal y se arraigan al espacio como son, es decir, no se recortan, editan o “mejoran” para presentarse. we are not what we have seen alude a repensar la construcción de la imagen y de la obra desde una subjetividad contradictoria pero propia, y así trastocar y ampliar las convenciones y los lenguajes de la fotografía.
– Laura Orozco
1. Spivak, Gayatri Chakravorty, Can the subaltern speak? Colombian Journal of Anthropology. January-December 2003.
2. Deleuze, Gilles and Guattari, Félix. Kafka, for a minor literature. Mexico City: Era, 1990.